Las chapas personalizadas, nunca pasan de moda.
Si hay un elemento que veremos a lo largo de los años y que a día de hoy sigue empleándose como el primer día, son las chapas personalizadas. Cierto que los bolígrafos personalizados son todo un clásico y los reyes en lo que a regalos promocionales se refiere, pero las chapas tienen ese toque más especial.
Es raro encontrar a una persona que nunca haya tenido una chapa, aunque no se la haya puesto. Las chapas personalizadas tuvieron un gran boom a finales de los años 80 y en los 90, pero nunca nos abandonaron.
Hoy en día son muchas las empresas, asociaciones, grupos de música y partidos políticos, que utilizan las chapas personalizadas como material promocional. En Merchaspain disponemos de una amplia variedad que se diferencian por dos factores principales: su tamaño y su cierre o accesorio trasero.
Tamaños de chapas personalizadas
Tenemos varios tamaños para las chapas, pero lo cierto es que no en todos los tamaños se pueden aplicar todos los accesorios. Si buscáis adaptaros a cualquier tamaño, lo mejor es usar el accesorio de alfiler, pero para según que accesorio solamente puede usarse un tipo de tamaño de chapa.
Al ser de forma circular, el tamaño de las chapas personalizadas se mide por su diámetro. Así pues, nos encontramos en el mercado cuatro tamaños disponibles que son Ø25 mm, Ø38 mm, Ø50 mm y el mas grande Ø59 mm.
Tipos de cierre o accesorios traseros
Aunque parezca extraño, también hay un mundo en los tipos de cierres para las chapas personalizadas.
El cierre de alfiler es el más común, y aplicable a todos los tipos de chapas. Encontramos también los cierres magnéticos, para aquellos que no quieran estropear la ropa o tejido donde vayan a ir enganchadas las chapas personalizadas.
También se pueden hacer acabados de imán simple para quien simplemente quiera usar el imán a modo decorativo sobre una superficie metálica.
El descapsulador o abrebotellas es uno de los accesorios más solicitados ya que además de hacer propaganda, también es un elemento útil, el cual suele estar siempre pegado a la nevera gracias a su imán.