Los lanyards son la muestra más típica de merchandising para ferias y congresos.
Aunque es una palabra poco usada en términos generales, a nivel técnico o en el mundo de ferias y congresos es una de las más comunes. Los lanyards son sencillamente la cinta o colgante que suele llevarse en el cuello con el objetivo de mostrar fácilmente una acreditación o tarjeta.
Este es el uso común que se le da habitualmente, pero con el tiempo y la evolución se le han dado muchos más. Los diferentes acabados han permitido que la gente use los lanyards para colgar las llaves, móviles, cámaras de fotos, mp3, USB y casi cualquier objeto de poco peso o con facilidad para ser perdido.
Decimos esto último por una sencilla razón, y es que si cuelgas unas llaves de un lanyard vistoso será más complicado perderlas o más sencillo encontrarlas.
Podemos diferenciar los lanyards por distintos atributos, como el material del que están fabricados, la longitud, la anchura, los accesorios o terminaciones, el grosor, etc.
Clasificación de los lanyards
Según el material de la cinta
Un lanyard puede tener distintos tipos de materiales, aunque los más comunes son los de fabricación sintética. Así pues la principal gama de materiales que encontramos se basan en el poliéster a la hora de confeccionar los distintos tipos de lanyard.
También podemos encontrar lanyards fabricados en telas naturales como el algodón, que generalmente tendrán forma de cordón cilíndrico.
Según la forma
Hoy en día podemos encontrar gran variedad de formas, longitudes y anchos a la hora de elaborar un lanyard. La más común es la cinta plana que suele tener 15, 20 ó 25 mm, pero se dan casos de fabricaciones de lanyards extra grandes, con un ancho de hasta 40 mm.
También es normal ver algún lanyard con forma de cordón cilíndrico, algo menos comunes pero más sofisticados. Estos cordones suelen emplearse más en oficinas o eventos donde la personalización no es tan frecuente.
En base a su longitud, la media está alrededor de los 50 cm (en abierto), pero también hay varias muestras de lanyards cortos que suelen utilizarse generalmente como llaveros.
Según sus acesorios
La terminación más empleada a la hora de fabricar un lanyard es el mosquetón zamak, un pequeño gancho de fácil apertura muy utilizado en llaveros, bisutería, y otros elementos que requieren acciones rápidas de enganche y desenganche. A esta opción hay que añadir otras tales como el enganche el móvil o la anilla fija.
Otra clase de accesorios para los lanyards son los cierres. El cierre de click es uno de los más usados, también en cinturones, mochilas, correas ajustables, etc. Además también está el llamado cierre de seguridad, que por lo general se encuentra en la mitad del lanyard y permite que si sufrimos un tirón no provoque lesiones graves en el cuello.
